

Interior homine habitat veritas
¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?
Sin duda que hay conductas que ha simple vista se pueden evaluar, pero hay que ser un buen conocedor de las conductas anteriores, para poder dar una interpretación acerca de si se dan o no, o, con qué profundidad los procesos de aprendizaje de un sujeto, más aún de un grupo escolar, amén de auxiliarse indefectiblemente de los procesos de evaluación, para saber si las metas, objetivos o resultados se han logrado o alcanzado. Para que un estudiante construya su conocimiento se requiere disposición y un espacio en donde tenga la oportunidad de desarrollar sus actividades. La información que recibimos de nuestro entorno educativo, familiar, social y cultural, es por lo general no apreciada, hasta que ésta nos es de utilidad o modifica nuestras estructuras de pensamiento.
Los procesos cognitivos inherentes a la naturaleza humana maduran de manera ordenada en el desarrollo del ser, las experiencias pueden acelerar o retardar el momento que estos hagan su aparición o bien logren consolidarse, llevando finalmente al complejo proceso denominado Aprendizaje.
Sin embargo, la clave que convierte a la educación en algo más que un producto mecanizado ideado para obtener beneficios económicos o materiales, cuando se logra introducir en el educando el sentido socio-ético, teórico-reflexivo, así como un análisis reflexivo de su praxis, cualquiera que esta sea, dejará de existir una crisis de valores y una devastación ambiental, porque el ser humano habrá comprendido que es parte de un todo, que es el mundo…el universo; y que, si no lo cuidamos, y nos ocupamos de cosas más trascendentes, llegará el tiempo, en que, por más dinero o recursos materiales que se posean todo será inútil, pues en mayor o menor medida, habrémos contribuido primero a la decadencia y luego a la extinción de nuestra especie.
La respuesta a la preguntaoriginal, definitivamente es no.
Cuando estudiamos el origen de las palabras, concretamente sobre el sonido yod, me gusta primero que lleven una lista de 10 palabras que desconozcan y 5 que conozcan, para saber su origen etimológico. Por mi parte, llevo en copias las reglas que han dado origen a las palabras en castellano (10 juegos).
Después les explico cuantas palabras sean necesarias aplicando las reglas, por ejemplo: el grupo ct originó la ch, después buscamos una palabra que en español lleve ch como puede ser noche, ocho, derecho, etc. Acto seguido buscamos en el diccionario etimológico la palabra y encontramos nocte, octo, directum que es su raíz y así sucesivamente.
Una vez, que han comprendido como hacerlo, los organizo en equipos de 5 y 6 personas con sus palabras y ellos las buscan. Es una actividad divertida y se ríen, cuando descubren el significado y/o el origen de las palabras.
Finalmente, les dejo una lista de 10 palabras técnicas de medicina o términos de otras asignaturas como biología, química o derecho para que las averigüen por su cuenta, y de esta forma; mediante analogías y mediante un análisis comparativo, ellos entienden cuál es la importancia de las etimologías, y comprenden que el griego y el latín son lenguas “medio vivas”, que siguen teniendo una cierta importancia para un buen manejo del idioma.