miércoles, 20 de mayo de 2009

MI CONFRONTACIÓN CON LA DOCENCIA


Al iniciar cada día de trabajo, debo poner mi mejor esfuerzo para afrontar las situaciones que se presentan con los estudiantes, y que están en mis manos; hay como todos lo sabemos cosas muy sencillas, pero hay otras que escapan de mis posibilidades, aún así un consejo, o simplemente el escucharlos, les ayuda a organizar sus ideas y hace que ellos mismos encuentren soluciones viables, pienso que lo peor que los adultos podemos hacer con los jóvenes, es resolver sus problemas, más bien creo que debemos estimularlos para que ellos aprendan a tomar sus propias decisiones y soluciones, pues ello les hará madurar, y a la larga enfrentar problemas importantes que deban resolver en sus trabajos, o mejor aún en sus vidas; hay pequeñas cosas que alegran el día quizá el chiste que me van a contar, la expresión de sus caras, o las inimaginables ocurrencias que tienen los jóvenes.
Conforme pasa el tiempo me percato si tienen ánimos o no para continuar la sesión. Jamás les digo alumnos, porque el significado etimológico de esta palabra me disgusta (sin inteligencia); les digo “estudiantes”, “hijos de Dios”, “jóvenes” o los llamo por su nombre, trato de que mi relación con ellos sea cordial, y creo que estas palabras y actitudes me han permitido romper las barreras de comunicación docente - estudiante. Así, en un ambiente más grato, el tiempo pasa y generalmente casi siempre cumplo el objetivo de la clase.
Para mí, es importante que un estudiante se sienta a gusto con el profesor, pues ello facilita el acercamiento que permite que el joven se sienta en confianza para preguntar, y eso es valiosísimo para que uno sepa que está haciendo mal o bien, es una forma muy eficaz para mejorar continuamente nuestra labor educativa, creo que hasta ahora la confianza no se ha confundido con la falta de respeto o el abuso de confianza, aunque debo decirles que en más de una ocasión se han querido ir por ese lado y es a veces complicado marcar ciertos límites sin ser impositivo.

MI AVENTURA DE SER DOCENTE

Les comparto una experiencia de clase de etimologías.

Cuando estudiamos el origen de las palabras, concretamente sobre el sonido yod, me gusta primero que lleven una lista de 10 palabras que desconozcan y 5 que conozcan, para saber su origen etimológico. Por mi parte, llevo en copias las reglas que han dado origen a las palabras en castellano (10 juegos).

Después les explico cuantas palabras sean necesarias aplicando las reglas, por ejemplo: el grupo ct originó la ch, después buscamos una palabra que en español lleve ch como puede ser noche, ocho, derecho, etc. Acto seguido buscamos en el diccionario etimológico la palabra y encontramos nocte, octo, directum que es su raíz y así sucesivamente.

Una vez, que han comprendido como hacerlo, los organizo en equipos de 5 y 6 personas con sus palabras y ellos las buscan. Es una actividad divertida y se ríen, cuando descubren el significado y/o el origen de las palabras.

Finalmente, les dejo una lista de 10 palabras técnicas de medicina o términos de otras asignaturas como biología, química o derecho para que las averigüen por su cuenta, y de esta forma; mediante analogías y mediante un análisis comparativo, ellos entienden cuál es la importancia de las etimologías, y comprenden que el griego y el latín son lenguas “medio vivas”, que siguen teniendo una cierta importancia para un buen manejo del idioma.

martes, 19 de mayo de 2009

Los saberes de mis estudiantes



Cada día es más común escuchar dentro de las aulas frases que en ocasiones resultan desconocidas para algunos docentes, es más a veces hasta dudamos de la existencia de dichos términos, y es que muchos jóvenes asisten a cibers de casi cualquier comunidad para hacer la tarea, chatear, bajar música o ver pornografía o bien para buscar algún tema de interés para ellos.
Pero… ¿por qué buscan?, ¿cómo lo buscan?, ¿qué procedimientos siguen?, en fin, podríamos elaborar una gran lista de preguntas para conocer más sobre el uso del Internet, preguntas que necesariamente nos llevan a cuestionar el papel del docente y de todo el aparato educativo en razón de su función y sus propios planteamientos didácticos, pues llega a ocurrir que cuando se les deja una tarea de consulta llegan con una cantidad de hojas que a veces ni han leído, “al fin que el maestro califica por kilo”; o bien la idea es impresionarlo para que vea que sí trabajaron. Y tienen razón. Porque sencillamente hicieron lo que se les pidió.
Sin embargo, los docentes podemos aprovechar estas ventajas, si tan sólo fuésemos más puntuales al explicar qué es lo que pretendemos lograr al pedir tal o cual tarea, y su correspondiente consulta a Internet, es decir desafortunada e ilógicamente, la comunicación se pierde y por eso todos se pierden, incluso el profesor.

Me pareció interesante por ejemplo lo de las webquest, trate de hacerlo, no lo pude publicar, pero, algún día lo haré, no obstante realicé el procedimiento que sugerían y el resultado fue excelente, además, los jóvenes se mostraron interesados, lo hice con un tema sobre la personalidad. Sí funciona, ¡créanlo!. El problema quizá de momento sea el factor tiempo, pues hay que dedicarle bastante para que los estudiantes no divaguen y puedan lograr lo que se pretende. Es decir, si el docente sabe lo que quiere y especifica los parámetros de evaluación, los estudiantes no se perderán en el mar de información que representa la Internet, los resultados de investigación pueden ser positivos, claro que hay muchas desventajas cuando el docente no conoce esta herramienta. Por ejemplo, trabajo en la ciudad de Toluca y por increíble que parezca cerca del 50% de los docentes que laboran conmigo, no se atreven siquiera a tocar una máquina, por lo que sea, pero no lo hacen, pese a que se han implementado cursos, (a los que no asisten, por no ser obligatorios), no les interesa, son apáticos, lo que representa un problema serio. Seamos optimistas, y los que sabemos un poco, debemos predicar con el ejemplo, pues tenemos una responsabilidad social y ética importante como promotores del saber.
Durante el semestre pasado, se creó un blog institucional, en el cual se solicitaba a los estudiantes, su participación, lo que se fomentó, a través de comentarios en el aula acerca de lo ahí tratado, sin embargo, esto no fue fácil, pues ellos son sumamente apáticos a algunas cuestiones escolares, tal situación, me ha llevado a ir mejorando mi trabajo día a día, realizando agregados que lo hagan más interesante para ellos (que pueden hacer comentarios, que tenga música, que se pueda consultar el periódico, que tenga reloj, etc,) que si bien no es algo espectacular, sí va ganando la atención de más estudiantes.
De los comentarios que ellos realizan, y de el número de veces que entran en la página, es posible recoger evidencias acerca de si se están cubriendo y alcanzando los objetivos que se plantean, por ejemplo, es posible hablar de la práctica para redactar, que entre otras cosas favorece el razonamiento, ordenación y definición de las ideas. Por otro lado, una de las mejores formas para intercambiar ideas es la transmisión oral, por lo que al hacer el sitio más interesante para ellos, los que entren, lo recomendarán a otros, y todos podrán leer lo que los demás escriben y así tener una opinión distinta a la propia.
Saludos.